¿Debo ponerle límites a mi perro?

 

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No hay mejor debate entre profesionales, creadores de contenido, familias y cualquier humano relacionado con el mundo de la educación canina en general que el construido en torno a la pregunta de si debemos o no ponerle límites a un perro.

Como suele ocurrir, nos encontramos con los enemigos habituales del conocimiento que aparecen en un orden recurrente: el miedo, la claridad y el poder:

  • El miedo nos atenaza, no tenemos la información suficiente y creemos que no seremos capaces de llegar a controlar nuestro propio proceso de aprendizaje.

  • La claridad nos ciega cuando hemos superado ese miedo, el efecto Dunning-Kruger hace su particular agosto y creemos que tenemos todo lo que necesitamos cuando llegan las primeras luces.

  • Y finalmente, el poder nos hace creer que hemos cerrado un ciclo de experiencia y nos auto-protegemos de los hallazgos nuevos que amenazan nuestro propia identidad y sabiduría, impidiendo integrar conceptos novedosos sobre cualquier proceso.

Lucha contra estos 3 enemigos y, eventualmente, lograrás ver más allá de la nube tóxica y comercial relacionada con el establecimiento de operaciones y comunicación con tu perro.

También te puede interesar saber si debes o no ser el alfa de tu perro.

Más allá de los Límites, establecemos vínculos con nuestro Perro

Comencemos por apuntar que nuestros perros son seres emocionales y sociales; por ende, establecemos vínculos de afectividad con ellos, vínculos complejos que requieren de atención individualizada de cada uno de los elementos descriptivos de la relación.

En toda relación de afectividad se establecen roles específicos que pueden ser dinámicos o no, en función de nuestra propia coherencia (virtud altamente recomendable cuando se trata de relacionarse con un perro) y la de nuestro perro (virtud cuasi-innata en ellos).

Puedes subirte a las personas para saludar o no, puedes subirte al sofá o no, puedes mordisquear este objeto pero este otro no, puedes “comportarte” de una determinada manera en este contexto, pero de ningún modo en este otro.

Recuerda que la incoherencia es tu monstruito particular que se dedicará a destruir toda relación afectiva (no sólo con tu perro) y hará que todos los límites que quieras comunicar y exponer se interpreten de forma difusa.

¿Quieres saber la respuesta a si debes ponerle límites a tu perro?

Ante la pregunta que hace de titular de este artículo la respuesta se antoja para nosotros como profesionales, obvia:

¿Debo ponerle límites a mi perro?

SÍ.

¡Sin matices, sin peros y sin doble moral!

Los límites hacen referencia a las conductas esperadas por nosotros en un contexto determinado.

En toda relación de confianza debe existir una comunicación fluida entre los actores de dicha relación, respecto a lo que uno espera del otro en según qué contextos.

Imagina por un momento convivir con tu pareja, amig@s, hij@s, herman@s o familiares sin tener una previsibilidad de las necesidades de cada uno de los convivientes. La ausencia de estos límites son la semilla de los conflictos que no tardarán en llegar.

En El Educadog también te enseñamos las bases del aprendizaje significativo en el entrenamiento canino.

Y creemos firmemente haber encontrado la clave del debate: 

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¿Cómo se construyen (explican) estos límites?

¿Lo hacemos de forma repentina, aversiva y carente de significado o le has dedicado tiempo a pensar cómo explicarle a tu perro qué significa cada uno de tus gestos, palabras, movimientos o comportamientos?

Si te preocupas en establecer un sistema de comunicación basado en la comprensión de señales verbales, el acompañamiento corporal/gestual coherente y, por supuesto, de una coherencia en cada contexto, tu perro será capaz de anticipar contextos, situaciones y aquellos comportamientos que se esperan de él.

Los límites se desarrollan, se explican, se comprenden y se marcan de una forma amable, comprensiva, rigurosa y coherente con el objetivo de expresar las necesidades que todos los participantes de una relación afectiva tienen. 

De esta manera, fomentamos el conocimiento del otro y las relaciones de confianza que queremos alcanzar con nuestros compañeros.

Recuerda, el miedo/rechazo a poner límites en vuestras relaciones sólo hace alusión a tu desconocimiento del proceso sobre cómo hacerlo. No a las indudables ventajas de hacerlo.

En los bloques sobre control y autocontrol de nuestro Máster en Análisis e Intervención en Problemas de Comportamiento podrás conocer la forma de establecer límites sanos, el trabajo de autonomía del perro, la importancia de la gestión del miedo y la frustración, así como el trabajo atencional.

Comenzamos en marzo y al final del mismo, tras las pruebas de aptitud teórico-prácticas, recibirás tu Certificación Metodológica de La Tercera Vía® y la acreditación ANACP.

Atreverse a establecer límites se trata de tener valor de amarnos a nosotros mismos, incluso cuando corremos el riesgo de decepcionar a otros.

Si nos quieres contactar, puedes hacerlo a través de la vía que prefieras:

-El Educadog Granada – Escuela de educación y adiestramiento canino en Granada, España

Gonzalo Trigo

667 235 843

-El Educadog León – Escuela de educación y adiestramiento canino en León, España

Fran Murillo

633 732 794

Correo electrónico info@eleducadog.com

-El Educadog Granada – Escuela de educación y adiestramiento canino en Granada, España.

Gonzalo Trigo

667 235 843

-El Educadog León – Escuela de educación y adiestramiento canino en León, España.

Fran Murillo

633 732 794

Correo electrónico info@eleducadog.com 

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